Ha llegado el momento: tu viejo monitor ya no da más de sí… y lo sabes. Anda corto de conexiones, tiene algún que otro pixel muerto y ha perdido brillo y color. Tus partidas parecen el capítulo aquel de Juego de Tronos, sí, ese que no se veía nada de nada.

¿Cuáles son los puntos clave que necesitas en tu nuevo monitor? ¿Qué tecnologías son las más utilizadas en la actualidad? ¿Qué características debe tener un buen monitor gaming? ¡Vamos a descubrirlo!

Monitor o tv para gaming, ¿Cuál es la diferencia?

Tradicionalmente, las diferencias entre monitor y tv eran muy evidentes, (resolución, velocidad de refresco, audio incorporado y posibilidades de conexión, principalmente), pero con la llegada de las pantallas planas TFT y LED, estas diferencias van siendo cada vez menores.

Aún así, jugar en una tv desde el PC sigue sin ser una experiencia del todo satisfactoria, sobre todo porque las pantallas destinadas a televisión suelen tener un tiempo de respuesta bastante mayor que el de los monitores especialmente diseñados para gaming.

Por lo tanto, para gaming, lo ideal es un buen monitor especialmente diseñado para videojuegos, con las tecnologías que más nos interesen según el tipo de juegos al que juguemos y acompañado de un buen equipo de audio, como una barra de sonido, altavoces bluetooth con buenos bajos o unos auriculares 7.1 potentes para meterte de lleno en la experiencia.

4 claves a tener en cuenta antes de comprar un monitor gaming

1. Tecnologías del panel

El panel es el componente principal del monitor, y lo que va a condicionar en gran medida la calidad de la imagen, y lo que te va a durar.
Las tecnologías actuales que se utilizan en el funcionamiento de los monitores LCD TFT van a determinar la experiencia de juego, por lo que conviene conocerlas y saber cuáles son sus ventajas e inconvenientes para que puedas elegir bien en función de tus necesidades:

  1. IPS (In-plane switching): Mayor calidad global (color, imagen, ángulo de visualización) pero menor tasa de refresco.
  2. VA (Vertical alignment): Mejor contraste, más fidelidad de color, más brillo que los IPS, pero menor tasa de refresco que los monitores con TN.
  3. TN (Twisted Nematic): Mayor tasa de refresco, precio competitivo, aunque menor calidad global de la imagen que IPS y VA.

Por otro lado, un buen monitor gaming debe ser coherente con la configuración de tu PC, y ser compatible con las tecnologías de tu gráfica. Para ello, debes tener claras las capacidades de tu equipo y así aprovechar al máximo las características de tu nuevo monitor.

2. Tiempo de respuesta y frecuencia de refresco

El tiempo de respuesta de un monitor es el tiempo que tarda un pixel en cambiar de color. Algo tan sencillo determina en gran medida la nitidez y la calidad del movimiento de tu videojuego, ya que cuanto mayor sea el tiempo de respuesta, menor será la fluidez del vídeo.

La frecuencia de refresco, sin embargo, es el número de cuadros por segundo que el monitor es capaz de mostrar. A mayor valor, más imágenes por segundo será capaz de mostrar la pantalla. Se suele medir en Hercios o cuadros por segundo (FPS).

Encontramos así monitores con valores a partir de los 60 Hz, que es el mínimo exigible, si bien hay algunos modelos que llegan hasta los 144 Hz, pero cuyo precio es prohibitivo todavía.

Por otro lado, las tarjetas gráficas también aportan tecnologías que gestionan la tasa de refresco adaptativa de las imágenes, esto es, adaptan el “ritmo” de la GPU a la del monitor, evitando efectos indeseables, como pequeños saltos o deformaciones en las imágenes. Las principales son:

3. Resolución de pantalla

La resolución de una pantalla es el número de pixeles que tiene la pantalla por unidad de superficie, es decir, la “densidad” de puntos de luz que es capaz de mostrar. Normalmente, el precio también varía en función de esta característica: cuanta mayor sea la resolución, mayor será el precio.

Para jugar, las resoluciones más adecuadas comienzan en el Full HD (1920 x 1080 px) (también llamado 1080p), pero hoy en día ya hay monitores gaming QHD (2560 x 1440 px – 1440p), UHD (3840 x 2160 px – 2160p) e incluso 4K (4096 x 2160 px – 2160p).

Según las necesidades (y presupuesto) que tengas, es posible que te decantes por una pantalla con más resolución o menos.

4. Tamaño del monitor y conectividad

Generalmente la elección del tamaño del monitor es algo muy personal; sin embargo, dependiendo del tipo de juego, es una característica importante. Por ejemplo, para juegos de shooter es recomendable un tamaño medio: de este modo tu campo de visión será más completo y podrás abarcar de un vistazo todo el espacio de juego. Así no se te escaparán ni los enemigos que se encuentren en los bordes de la pantalla y evitarás movimientos innecesarios.

Otro de los factores a tener en cuenta cuando elegimos el tamaño de un monitor es el tamaño de tu escritorio o de la distancia a la que juegas. Si te gusta jugar cerca de la pantalla, un tamaño menor será suficiente. Si tienes un setup con más espacio, un monitor grande hará que te sumerjas más fácilmente en el juego.

Al fin y al cabo, la elección es tuya. Los monitores gaming van normalmente desde las monitores de 22 pulgadas hasta las 27 ó 32, que son para los que les guste disfrutar de pantallas grandes.

También puedes optar por diferentes proporciones y formas, como los monitores curvos o ultra panorámicos (con relación de aspecto 21:9), dependiendo del tipo de juego al que juegues más y el uso que vayas a darle a tu monitor, además de para pasar unas buenas horas de ocio.

Por último, hablemos de conectividad: Es imprescindible que tu pantalla tenga conexiones HDMI (cuantas más, mejor), que es el tipo de conexión más extendido ahora mismo, lo que te permitirá conectar casi cualquier equipo, consola, cámara e incluso móviles y tablets. Además de las conexiones HDMI, un buen monitor debe incluir entrada por componentes, USB, Display Port, Thunderbolt e incluso DVI, por si necesitas conectarle equipos algo más antiguos.

En definitiva, lo más importante para acertar en tu elección de monitor es tener claro cuál es el uso principal que le vas a dar, conocer a fondo las capacidades de tu equipo y gráfica, establecer el presupuesto disponible y con la información que te hemos facilitado, elegir sabiamente.